Los obispos de la República Dominicana expresaron su preocupación en cuanto a la situación que está viviendo el pueblo católico de Nicaragua tras el arresto del obispo Rolando Álvarez.
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) habló sobre “los graces y dolorosos acontecimientos que está sufriendo el pueblo católico de ese país hermano, especialmente en la persona de Monseñor Rolando Álvarez».
A través de un documento, la CED se une «a las voces de tantos hermanos obispos de otras naciones y a la opinión pública internacional» para manifestar nuestra solidaridad con los hermanos católicos nicaragüenses y solicitan a los fieles «oraIlr intensamente» para que «cese el hostigamiento que impide vivir y expresar su fe en paz y libertad».
El obispo Álvarez, un fuerte crítico contra el Gobierno de Ortega, lo arrestaron la madrugada del 19 de agosto por agentes policiales que irrumpieron a la fuerza en la curia episcopal de Matagalpa (norte), donde estaba confinado desde hacía 15 días, en plena escalada estatal contra la Iglesia católica.
Ver: Policía de Nicaragua arresta al obispo Ronaldo Álvarez
Álvarez, de 55 años, es el primer obispo arrestado desde el retorno al poder de Ortega (2007), cuyas relaciones con la Iglesia católica, la religión y los creyentes en Nicaragua han estado plagadas de fricciones a lo largo de 43 años.
En 2022, la Iglesia católica en Nicaragua ha sufrido encarcelamientos o retenciones de sacerdotes, la cancelación de ocho radioemisoras y tres canales católicos, el ingreso por la fuerza y allanamiento a una parroquia, y la expulsión de las misioneras de la orden Madre Teresa de Calcuta.
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