Usuarios y empresas de diversas industrias a nivel mundial, incluidos los sectores bancario, aeronáutico, de medios de comunicación y de salud, se están recuperando tras un apagón informático masivo en el sistema Microsoft Windows.
El apagón fue provocado por un error en una actualización de software de CrowdStrike, una empresa de ciberseguridad con sede en Austin, Texas.
Esta actualización para el sistema operativo Windows 10 hizo que los equipos se quedaran atascados en la llamada «pantalla azul de la muerte», según explicó George Kurtz, director general de la compañía.
Troy Hunt, experto en ciberseguridad y responsable del conocido portal HaveIBeenPwned, afirmó que la magnitud global de la interrupción representó «el mayor apagón informático de la historia».
Kurtz, presidente de CrowdStrike, enfatizó en la red social X que lo sucedido no fue un incidente de seguridad ni un ciberataque, sino un problema aislado para el cual se brindó soporte a los clientes para que obtuvieran las últimas actualizaciones.
Según los expertos en informática, la última actualización de controladores de Falcon contenía errores, lo que provocó el colapso inmediato de Azure, la plataforma de computación en la nube de Microsoft, utilizada para construir, probar, desplegar y gestionar aplicaciones y servicios mediante su infraestructura global.
Esto causó la aparición de los pantallazos azules o «pantallas de la muerte», que en todo el mundo indicaban que los sistemas habían dejado de funcionar y que era necesario reiniciar los servidores.
Kutz se disculpó por las interrupciones y afirmó que sus ingenieros ya han solucionado el problema que provocó el fallo global, pero advirtió que puede tomar tiempo para que algunos clientes vuelvan a operar con normalidad.
El fallo de Microsoft causó problemas en el registro de pasajeros, errores en las conexiones de red y en los sistemas de información de aerolíneas a nivel mundial, lo que dejó a los usuarios varados al modificar masivamente miles de vuelos.
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