Por: Leanlly Pérez- El ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Roberto Álvarez, hizo un nuevo llamado urgente a la comunidad internacional durante su décima sexta intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, para que se actúe con “urgencia, coherencia y audacia” con el objetivo de asistir a Haití, país que desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021 ha caído en una espiral de colapso institucional, inseguridad y violencia sin precedentes.
Álvarez citó el informe más reciente del secretario general de la ONU, António Guterres, que describe un panorama alarmante: más del 80 % de Puerto Príncipe está bajo el control de pandillas armadas, hay más de 1,600 personas desplazadas internamente, 1,600 escuelas han cerrado, y se han registrado al menos 360 incidentes de violencia de género solo en los primeros cinco meses del año.
Además, el sistema judicial está paralizado, los hospitales apenas operan, y la población infantil se ha convertido en objetivo y herramienta de guerra por parte de los grupos armados.
El canciller dominicano también destacó el profundo impacto de esta crisis en su país. Indicó que la presión migratoria, económica y social que genera la situación haitiana recae de manera desproporcionada sobre República Dominicana, más que en cualquier otro país de la región.
Mencionó la construcción de una verja fronteriza, que actualmente está siendo ampliada con 13 kilómetros adicionales, como una de las medidas adoptadas por su gobierno para proteger su territorio.
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