Por: Leanlly Pérez- Varios cientos de personas acudieron este sábado al Teatro Armani para dar el último adiós a Giorgio Armani, ícono mundial de la moda italiana, quien falleció dejando un legado de creatividad y visión empresarial. La capilla ardiente permanecerá abierta también el domingo.
El féretro del diseñador, colocado en casi total oscuridad junto a un ramo de flores blancas y una alfombra de farolillos, fue acompañado por su pareja de 20 años, Leo Dell’Orco, familiares y amigos cercanos. Una pantalla mostraba la sonrisa de Armani y su frase-testamento: “El legado que espero dejar es el compromiso por el respeto y cuidado por las personas y la realidad. Ahí es donde todo comienza”.
Entre los asistentes se encontraban personalidades como John Elkann, presidente de Stellantis y Ferrari, y el alcalde de Milán, Beppe Sala, quien declaró día de luto en la ciudad durante el funeral, que se celebrará en privado el lunes 8 de septiembre.
Jóvenes estudiantes de moda también hicieron largas filas para despedir al diseñador, describiéndolo como “el rey de la moda” y destacando su influencia no solo en la pasarela sino en el mundo y en Milán.
Armani no tuvo hijos, por lo que su imperio de 2.300 millones de euros y su patrimonio de 13.000 millones de euros será gestionado por la Fundación Armani, creada en 2016 para asegurar la gobernanza y estabilidad del grupo a largo plazo. Sus herederos más cercanos incluyen a su hermana Rosanna, sus sobrinas Silvana y Roberta, su sobrino Andrea Camerana y su mano derecha Pantaleo Dell’Orco.