Por: Leanlly Pérez- El Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (INSAPROMA) y el Comité Nacional de Lucha contra el Cambio Climático (CNLCC) han alertado sobre los riesgos de la construcción de una nueva presa de cola en la comunidad del Naranjo, Cotuí, impulsada por Barrick Gold.
Según el experto Steven Emerman, un colapso de esta presa podría liberar 344,7 millones de toneladas de desechos tóxicos, afectando hasta 101 kilómetros y llegando a la bahía de Samaná.
Esto tendría consecuencias devastadoras para la agricultura, el turismo y la vida humana en la región.
Además, las organizaciones critican que las autoridades dominicanas hayan otorgado permisos sin considerar el peligro que representa una presa de este tamaño, especialmente dada la proximidad con la presa de El Llagal.
Emerman sugiere que, en lugar de una presa de relave, se utilice una presa de tajo abierto, una opción más segura y económica.
También cuestionan el Decreto 270-22, que cede grandes áreas de terreno a Barrick Gold, sospechando que existen recursos minerales valiosos en esas tierras.
INSAPROMA y CNLCC exigen un diálogo público sobre el manejo de los desechos tóxicos y la reubicación de las comunidades afectadas.
Además, piden la renegociación del contrato con Barrick Gold para garantizar una distribución justa de los beneficios económicos y un cumplimiento adecuado de las leyes ambientales, como la Ley No. 64-00, que exige que el 5% de las ganancias de la minería se destinen a los municipios cercanos a las explotaciones.
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