El Ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, calificó de «falsa» la denuncia realizada el domingo por Guyana, que señalaba un presunto ataque desde territorio venezolano a un equipo que transportaba material electoral para las elecciones generales que se celebran hoy en ese país.
Padrino hizo estas declaraciones en respuesta a un comunicado de la Policía de Guyana, que informó sobre disparos provenientes de Venezuela contra una patrulla en el río Cuyuni, en la región en disputa del Esequibo.
La patrulla estaba conformada por efectivos de seguridad que escoltaban a nueve funcionarios electorales encargados de distribuir papeletas en centros de votación de zonas remotas.
Según el comunicado, la patrulla reaccionó de inmediato y consiguió resguardar al equipo electoral, sin que se produjeran heridos ni daños en las papeletas o urnas.
Al respecto, Padrino calificó la denuncia como un «fake (falsa)» y acusó a lo que denominó «mafias guyanesas» de intentar «crear un frente de guerra», según declaraciones difundidas por Venezolana de Televisión (VTV).
El ministro afirmó que Venezuela, que reclama a Guyana cerca de 160.000 kilómetros cuadrados del Esequibo, nunca había desplegado «tanta presencia militar en esa línea de facto», que conecta con el territorio que, según él, ha sido «usurpado y explotado groseramente» por Georgetown.
Reiteró que Guyana está “desconociendo” el Acuerdo de Ginebra de 1966, que estableció una comisión para resolver la histórica disputa, la cual nunca se concretó.
Por otro lado, Padrino rechazó el reciente respaldo de Trinidad y Tobago a la decisión de Estados Unidos de desplegar buques militares en el Caribe, cerca de aguas venezolanas, alegando los trinitenses un aumento de violencia por la presencia de «carteles terroristas de drogas» en la región.
El ministro expresó su profundo rechazo a lo que consideró un pronunciamiento «estéril, inútil y vasallo» de Guyana y Trinidad y Tobago, a quienes acusó de alinearse con «la narrativa del imperialismo norteamericano».
Caracas atraviesa un nuevo episodio de tensión con Washington debido al plan estadounidense de desplegar buques cerca de Venezuela para combatir el narcotráfico, y a la reciente decisión de la Administración de Donald Trump de aumentar a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura del presidente Nicolás Maduro, acusado de violar las leyes estadounidenses sobre narcóticos.