Varios incendios forestales incontrolados mantienen en alerta a miles de residentes, ya que han arrasado más de 320,000 acres (más de 1,300 kilómetros cuadrados) a gran velocidad en el estado de Texas.
El gobernador del estado, Greg Abbott, emitió ayer una declaración de desastre para 60 condados y advirtió que podría extenderse debido a las condiciones cálidas y secas provocadas por las altas temperaturas y el viento, que se espera que persistan en la región en los próximos días.
Estas circunstancias, según explicó, podrían resultar en un aumento y mayor peligrosidad de los incendios forestales.
De acuerdo con el Servicio Forestal de Texas A&M, en la noche del martes había al menos tres incendios forestales activos, peligrosos y sin control en la región de Panhandle, que es una zona rural del norte del estado.
El incendio más crítico se encuentra en Smokehouse Creek, ubicado en el condado de Hutchinson, donde se han consumido más de 250,000 acres, convirtiéndose ya en el quinto incendio forestal más extenso en la historia de Texas.
El incendio, iniciado la tarde del lunes, ha consumido más superficie que la suma de todos los incendios del estado en 2023, propagándose rápidamente debido a las elevadas temperaturas y el viento.
En la localidad de Canadian, se ha procedido a la evacuación de un hospital y dos hogares de ancianos, mientras que en la región, miles de residentes están siendo desplazados de sus viviendas, muchas de las cuales han sido devastadas por las llamas.
El incendio también ha impactado a diversos establecimientos ganaderos, y se han difundido videos en las redes sociales que muestran animales siendo evacuados en medio del humo.
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