La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, presentó este martes su 18.º paquete de sanciones contra Rusia, en respuesta a la guerra en Ucrania y a la negativa del Kremlin de aceptar un alto al fuego.
Entre las nuevas sanciones propuestas se incluyen un tope al precio del petróleo, medidas adicionales contra embarcaciones utilizadas para evadir restricciones anteriores y un endurecimiento de las limitaciones al sector bancario.
«Estamos aumentando la presión sobre Rusia, porque la fuerza es el único lenguaje que Rusia entiende», afirmó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
«Nuestro mensaje es muy claro: esta guerra debe terminar. Precisamos de cese del fuego real, y Rusia debe sentarse a la mesa de negociaciones con una propuesta seria», enfatizó.
Uno de los puntos clave del nuevo paquete de sanciones es la reducción del precio máximo del petróleo ruso, bajando de 60 a 45 dólares por barril.
Esta propuesta, originalmente planteada por el G7, busca reducir significativamente los ingresos de Rusia derivados de sus exportaciones de crudo.
«Siempre hemos estado muy coordinados en el G7 sobre el tema del tope en el precio del petróleo», señaló Leyen.
En tanto, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, acusó a Rusia de mentir sobre su disposición a un alto al fuego.
Según Kallas, «junto con Estados Unidos, realmente podemos obligar a Putin a negociar seriamente».
El nuevo paquete también plantea sancionar a unos 70 barcos adicionales, parte de la llamada «flota fantasma» que Moscú emplea para eludir restricciones previas.
Además, propone cortar vínculos con otros 22 bancos rusos y ampliar la lista de empresas sancionadas, incluyendo algunas compañías chinas, por colaborar con el aparato militar ruso.
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