Por: Leanlly Pérez- Hoy, 8 de marzo, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos invita a reflexionar sobre los logros alcanzados en la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo. Es un momento para honrar a aquellas pioneras que han luchado y las que continúan luchando por un futuro más justo y equitativo, por ejemplo pudiésemos citar algunas :
Mencia, la reina Anacaona, Josefa Antonia Pérez de la Paz , María Trinidad Sánchez, Concepción Bona, María Baltasara de los Reyes, Abigail Mejia, Rosa Duarte y Diez, Manuela Diez, Micaela de Rivera, Ana Valverde, Filomena Gómez de Cova, Andrea Evangelina Rodríguez, Juana Saltitopa, Rosa Montás de Duvergé, Froilana Febles, Petronila Abreu y Delgado, Rosa Bastardo de Guillermo, María de Jesús Pina, Sagrario Díaz, Mamá Tingo, Salomé Ureña, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal , entre muchas otras más.
En este día, celebramos no solo los avances en el aspecto intelectual, social, político y económico, sino también la diversidad y fortaleza de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Desde científicas hasta artistas, educadoras, líderes comunitarias y tantas otras, las mujeres han demostrado su capacidad para transformar sociedades y desafiar las normas injustas e inapropiadas.
Sin embargo, también es esencial recordar que aún queda un largo camino por recorrer. Muchas de ellas alrededor del mundo enfrentan constantes desigualdades, violencia de género y discriminación. Debemos unir nuestras voces para abogar por políticas públicas que promuevan verdaderamente la equidad y protejan de una vez y por todas, los derechos de todas las mujeres.
Pienso que los gobiernos pueden pasar del verbo a la acción; y además cada uno de nosotros puede aportar un granito de arena y tener un papel que desempeñar en la construcción de un mundo donde todas las mujeres puedan vivir libres, felices, plenas y en paz. Sigamos trabajando juntos para empoderar a las mujeres, celebrar su pluralidad y garantizar que sus voces no sólo sean escuchadas sino también implementadas.
Cabe cita a la premio Nobel de La Paz
Rigoberta Menchú :»La paz no es solamente la ausencia de guerra: mientras haya pobreza, racismo, discriminación y exclusión, difícilmente podremos alcanzar un mundo de paz».
A todas las mujeres de nuestro país y el mundo: su valentía, su constancia, su fortaleza, su resiliencia y su visión son una fuente inagotable de inspiración.
¡Sigamos avanzando con arrojo, coraje y determinación!
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