Por: Leanlly Pérez- El país despidió con profundo respeto y reconocimiento a Julio Sánchez Maríñez, destacado educador, psicólogo de profesión y exrector del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), cuya vida estuvo dedicada a la excelencia y transformación de la educación superior en la República Dominicana.
Su velatorio se llevó a cabo en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, en Santo Domingo, donde familiares, amigos, autoridades académicas y representantes de diversas instituciones acudieron a rendirle homenaje.
La capilla A del recinto fue escenario del último adiós. Desde tempranas horas, comenzaron a llegar ofrendas florales enviadas por universidades, organismos académicos y entidades públicas.
Gladiolos blancos —símbolo de ascensión espiritual—, lirios y rosas blancas adornaron el espacio, representando pureza, nobleza y paz. El féretro fue cubierto con la toga de INTEC, y frente a él se colocó una cruz con la imagen de Cristo crucificado, como símbolo de fe cristiana y esperanza en la vida eterna.
En el mueble principal se encontraba su esposa, Mirna Germoso de Sánchez, visiblemente conmovida, acompañada de su hijo Francis Sánchez y su hijastra Edda Rodríguez. Amigos, colegas y miembros del sector académico se acercaban a brindar consuelo, compartir recuerdos y honrar la memoria de quien muchos llamaban con respeto “Don Julio”.
Durante el acto, numerosas personas vestidas con togas rojas y blancas, en representación de INTEC, estuvieron presentes como muestra de gratitud por su liderazgo y legado institucional.
El cuerpo del doctor Sánchez Maríñez será cremado luego del velatorio, cumpliendo con el deseo familiar de conservar sus cenizas como símbolo de su presencia permanente.
En su despedida, no faltaron las palabras de reconocimiento. Franklin García Fermín, ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), lamentó profundamente su fallecimiento, recordando que Sánchez Maríñez dirigió INTEC en dos periodos distintos y que, aunque no pudo completar su última gestión, dejó una huella imborrable. Destacó que la educación dominicana pierde a un gran defensor, aún con mucho que aportar.
José Joaquín Puello Herrera, médico y miembro fundador de INTEC, también expresó su admiración y respeto, recordando los años de juventud de Sánchez Maríñez como estudiante destacado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Según Puello, no era un alumno cualquiera, sino un joven inquieto, brillante y comprometido con el cambio.
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