Por: Leanlly Pérez- Ucrania y Rusia llevaron a cabo un nuevo intercambio de prisioneros de guerra, como resultado de un acuerdo alcanzado a principios de junio durante las negociaciones de paz celebradas en Estambul.
Este acuerdo contempla la liberación de soldados heridos o jóvenes de ambos países, así como la devolución de los restos de combatientes fallecidos durante el conflicto.
Aunque ambas partes confirmaron el canje, ni Ucrania ni Rusia revelaron el número exacto de prisioneros liberados.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, celebró la operación destacando que muchos de los liberados eran miembros del ejército, la guardia nacional y la guardia fronteriza, y que la mayoría de ellos estaban en cautiverio desde 2022. A través de redes sociales, Zelenski manifestó su satisfacción por el regreso de estos soldados y agradeció el esfuerzo conjunto de las autoridades ucranianas para lograr su liberación.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso confirmó el canje de un grupo de militares rusos por soldados ucranianos, sin ofrecer mayores detalles sobre la cantidad de personas implicadas.
El intercambio tuvo un impacto emocional entre las familias ucranianas, muchas de las cuales se desplazaron hasta la región de Chernigov, en el norte del país, para reencontrarse con sus seres queridos. Algunos familiares portaban fotografías de soldados aún desaparecidos, con la esperanza de recibir noticias sobre su paradero.
Uno de los testimonios destacados fue el de Svitalna Nossal, quien celebró la liberación de su esposo Viktor con gran emoción, diciendo: “¡Siento una felicidad inmensa, no sé ni cómo describirlo!”
Diversos prisioneros ucranianos relataron haber sido víctimas de torturas durante su cautiverio en cárceles rusas. Muchos regresaron en condiciones físicas precarias, visiblemente delgados y debilitados, según reportes de medios internacionales.
Este nuevo canje ocurre en un contexto político y militar complejo. La reciente vuelta de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos parece haber facilitado el reinicio de conversaciones entre Ucrania y Rusia, que permanecían bloqueadas desde la primavera de 2022.
Sin embargo, la paz sigue lejos. Rusia, que lanzó su ofensiva masiva contra Ucrania hace más de tres años, insiste en condiciones inaceptables para Kiev, como la cesión de las regiones ocupadas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), la renuncia a la península de Crimea (anexada en 2014) y el compromiso de no ingresar nunca a la OTAN.
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