Las autoridades ucranianas acusaron a las tropas rusas de destruir la presa de la central hidroeléctrica de Nova Kajovka, en el río Dniéper, a 60 kilómetros de la región sureña de Jersón.
Sin embargo, los uniformados de Rusia, que coupan esa zona desde el inicio de la guerra, dijeron que la destrucción de la infraestructura se debía a los bombardeos producidos por las fuerzas de Ucrania.
Durante una rueda de presa, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que «habrá grandes problemas con el agua potable, incluso donde no haya inundaciones. En toda la región, tanto en Dnipropetrovsk como en Zaporiyia, así como en Jersón».
«El mundo debe reaccionar. Rusia está en guerra contra la vida, contra la naturaleza, contra la civilización», enfatizó el mandatario.
Por su parte, Moscú denunció un acto de «sabotaje deliberado» por parte de Kiev y rechazó «firmemente» as acusaciones ucranianas
Según reportes de los servicios de emergencias, alrededor de 600 casas han sido inundadas por las aguas de la presa de Kajovka.
Asimismo, la rotura de la presa ha afectado, por el momento, a 14 localidades, en las que viven unas 22,000 personas.
Zelenski precisó que las consecuencias de la destrucción de la presa se conocerán en aproximadamente una semana.
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