Por: Leanlly Pérez- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, propuso reducir significativamente los aranceles impuestos a China —del 145 % al 80 %— como un gesto previo a una nueva ronda de conversaciones comerciales de alto nivel que se celebrará este fin de semana en Ginebra, Suiza.
Esta propuesta se considera un intento de suavizar las tensiones económicas y abrir camino a una posible desescalada de la guerra comercial que ha afectado gravemente las relaciones entre las dos principales potencias económicas del mundo.
A través de una publicación en sus redes sociales, Trump afirmó que “un 80 % de arancel a China parece correcto”, aunque añadió que la decisión dependerá de su jefe del Tesoro, Scott Bessent, quien ha sido una figura clave en la política comercial del presidente.
Bessent, junto al Representante de Comercio de EE. UU., Jamieson Greer, liderará la delegación estadounidense que se reunirá con funcionarios chinos, marcando el primer diálogo comercial formal entre ambas naciones en varios meses.
La decisión de reducir los aranceles se produce en medio de crecientes preocupaciones internas en EE. UU. sobre el impacto de la guerra comercial en los precios al consumidor y el suministro de bienes, especialmente en sectores clave como la tecnología, la agricultura y la manufactura.
Desde el inicio de esta disputa comercial en el mandato de Trump, ambos países han implementado aranceles recíprocos: EE. UU. impuso gravámenes del 145 % a productos chinos, mientras que China respondió con un 125 % a productos estadounidenses.
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