El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró horas antes de reunirse con su homólogo surcoreano, Lee Jae-myung, que en Corea del Sur se percibe «una purga o una revolución», en lo que parece ser una referencia a los procesos judiciales contra el expresidente conservador Yoon Suk-yeol y la exprimera dama Kim Keon-hee.
«¿Qué está pasando en Corea del Sur? Parece una purga o una revolución. No podemos permitir eso y hacer negocios allí. Hoy me reuniré con el nuevo presidente en la Casa Blanca», dijo Trump en su red social Truth Social.
El enigmático mensaje coincide con los procesos legales iniciados contra Yoon por la declaración de la ley marcial el pasado diciembre, que derivaron en su destitución como presidente con la aprobación del Tribunal Constitucional.
De ser considerado culpable de insurrección por los tribunales que actualmente lo juzgan, el exmandatario podría enfrentar una condena de cadena perpetua o incluso la pena de muerte, aunque Corea del Sur mantiene desde hace décadas una moratoria sobre la aplicación de la pena capital.
La exprimera dama, por su parte, enfrenta un juicio por varios presuntos cargos de corrupción.
Tras la declaración de la ley marcial por parte de Yoon y el anuncio de su detención, sus seguidores, que incluso llegaron a asaltar el tribunal que aprobó su arresto, crearon el movimiento MKGA (siglas en inglés de «Hacer a Corea Grande de Nuevo»), mostrando gran afinidad por Trump y su movimiento MAGA («Hacer a EE.UU. Grande de Nuevo»).
Trump, a su vez, afirmó que las autoridades brasileñas han llevado a cabo una «caza de brujas» contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de planear un golpe de Estado, y ha impuesto al país sudamericano aranceles del 50 %.
Por otro lado, el gobierno de Lee Jae-myung logró cerrar en agosto un acuerdo que permite a Corea del Sur, muy dependiente de las exportaciones a EE.UU., mantener un arancel del 15 %.