Por: Leanlly Pérez- Carolina de León, una joven de 33 años, fue encontrada sin vida en la habitación de un centro de clínica privada en el municipio de Bonao, provincia Monseñor Nouel.
El trágico suceso ocurrió mientras se encontraba internada debido a un grave cuadro de depresión, enfermedad que venía afectándola intensamente desde hacía un tiempo.
Según informes, Carolina ya había intentado quitarse la vida en una ocasión anterior, ingiriendo una gran cantidad de pastillas, lo que motivó su hospitalización para recibir atención médica y psicológica.
De acuerdo con reportes difundidos por medios locales como Ntelemicro, en un momento de aparente tranquilidad, Carolina le pidió a su pareja sentimental que saliera de la habitación a comprarle un jugo. Se presume que esta fue una excusa para quedarse a solas.
Minutos después de que su pareja se retirara, el personal de la clínica acudió a la habitación y encontró a la joven ahorcada.
Este lamentable hecho ha generado conmoción en la comunidad y ha reavivado el debate sobre la importancia de reforzar los servicios de salud mental en el país.
Además, pone en evidencia las carencias en los protocolos de atención y vigilancia a pacientes en estado depresivo grave, especialmente aquellos con historial de intentos suicidas.
Especialistas en salud mental subrayan que casos como el de Carolina reflejan la necesidad urgente de establecer medidas de prevención más eficaces, así como de implementar programas de apoyo emocional tanto dentro como fuera de los centros médicos. La falta de acompañamiento continuo y especializado en estos contextos puede tener consecuencias irreversibles.
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