Por: Leanlly Pérez- El tifón Kalmaegi, uno de los más potentes de la temporada, dejó un saldo devastador de al menos 193 muertos y más de un centenar de desaparecidos en Filipinas y Vietnam, antes de debilitarse este viernes a depresión tropical.
En Filipinas, las autoridades informaron que 188 personas murieron y 135 continúan desaparecidas, principalmente en la provincia de Cebú, la más afectada por deslizamientos de tierra, inundaciones y árboles caídos. Más de 2.4 millones de personas resultaron impactadas por el fenómeno, que anegó unas 5,000 comunidades.
El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró el estado de calamidad nacional para acelerar la reconstrucción y facilitar el acceso a fondos de emergencia.
En Vietnam, el paso del tifón dejó al menos cinco fallecidos, tres desaparecidos y cerca de 8,000 viviendas afectadas, según las autoridades locales. Unas 700 casas fueron destruidas por completo en las ciudades costeras de Da Nang y Quang Ngai, donde el Gobierno evacuó preventivamente a medio millón de personas.
Mientras tanto, los servicios meteorológicos filipinos advirtieron la inminente llegada de otro tifón, Fung-wong, descrito como “enorme y muy intenso”, con vientos de hasta 215 km/h, que podría impactar la isla de Luzón en los próximos días.
Kalmaegi deja tras de sí una de las peores tragedias climáticas del año en el sudeste asiático, reavivando el debate sobre la vulnerabilidad de la región ante el cambio climático y la urgencia de mejorar sus sistemas de prevención.


