Por: Leanlly Pérez- Un fuerte terremoto de magnitud 5.9 sacudió la madrugada del 23 de diciembre de 2024 el oriente de Cuba, según el reporte del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS).
El sismo ocurrió a la 1:00 AM (hora local), con un epicentro localizado a 35 kilómetros al suroeste de Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, y a una profundidad de 9 kilómetros.
Este movimiento telúrico fue percibido con gran intensidad en varias provincias del oriente cubano, especialmente en Granma, Holguín, Las Tunas, y otras localidades cercanas, como Camagüey y Ciego de Ávila.
La sensación de alarma fue palpable entre los residentes de los municipios cercanos al epicentro, como Bayamo, Banes y Palma Soriano, donde muchos usuarios en las redes sociales compartieron testimonios describiendo la fuerte sacudida y el temor generado en la población.
A pesar de la intensidad del sismo, las autoridades no han confirmado víctimas mortales ni daños de gran magnitud, aunque varias localidades cercanas al epicentro reportaron afectaciones menores. Equipos de emergencia y protección civil se encuentran evaluando la situación en las zonas más afectadas para coordinar los esfuerzos de asistencia a la población.
El terremoto también tuvo repercusiones en otros países de la región, incluidos Bahamas, Jamaica, Haití y las Islas Ultramarinas Menores de Estados Unidos, donde el temblor fue sentido con menor intensidad.
Aunque no se reportaron víctimas ni grandes daños en estos países, las autoridades locales también activaron protocolos de monitoreo para evaluar cualquier posible efecto secundario del sismo.
Este evento sísmico se produce en un contexto de intensa actividad sísmica en la región oriental de Cuba, que ya ha sido golpeada por terremotos de gran magnitud en el pasado reciente.
En noviembre de 2023, la provincia de Granma experimentó dos terremotos consecutivos, de magnitudes 6.0 y 6.7, que causaron importantes daños en la infraestructura local. Estos sismos dejaron un saldo de 10 personas heridas y más de 8.600 viviendas afectadas, además de provocar 156 derrumbes totales.
Desde ese momento, la región ha registrado más de 8.000 réplicas, lo que ha generado preocupación y ansiedad entre los residentes, quienes temen nuevos movimientos sísmicos.
El oriente de Cuba se encuentra sobre una de las fallas tectónicas más activas del Caribe, lo que aumenta la vulnerabilidad de la zona a terremotos.
La actividad sísmica en esta región está siendo monitoreada de cerca por expertos del CENAIS, quienes continúan evaluando el comportamiento de la falla y la posibilidad de réplicas o futuros eventos sísmicos.
Las autoridades han llamado a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de seguridad, ya que la región continúa siendo una de las más propensas a terremotos de gran magnitud en la isla.
Este fuerte terremoto ha puesto de manifiesto una vez más la necesidad de fortalecer las medidas de preparación ante desastres naturales en Cuba y en toda la región del Caribe.
A medida que los esfuerzos de respuesta continúan, se espera que las autoridades realicen más evaluaciones de los daños y proporcionen asistencia a las personas afectadas por este sismo.
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