Por: Leanlly Pérez- Un terremoto de magnitud 5,2 golpeó este martes el oriente de Afganistán, afectando las zonas ya devastadas por el sismo del pasado domingo que dejó más de 1.400 muertos y 3.100 heridos.
Según el USGS, el epicentro se localizó 34 km al noreste de Jalalabad, capital de Nangarhar, con una profundidad de 10 km. Las áreas más afectadas permanecen casi aisladas, y equipos de rescate han sido transportados por aire para sacar a los heridos de los escombros y trasladarlos a lugares seguros.
En el valle de Dewagal, muchos heridos aún permanecen atrapados, y los residentes caminan horas con palas, picos, pan y agua para ayudar a los afectados. Equipos médicos locales han establecido clínicas móviles para atender a quienes logran ser trasladados.
Entre los relatos de tragedia, Abdul Majeed perdió a cuatro familiares en el primer sismo y describe la devastación: “No nos quedó nada”. Las autoridades intentan organizar campamentos de ayuda y suministros de emergencia, mientras las operaciones de rescate continúan en la región.