El régimen talibán ha ordenado a todas las ONG, tanto nacionales como extranjeras, a despedir a cualquier mujer que tengan empleada, advirtiendo que, en caso de no acatar la orden, se reservan el derecho de cerrar dichas organizaciones.
Esta medida se enmarca en una serie de políticas discriminatorias implementadas desde que los talibanes regresaron al poder hace más de tres años.
El Ministerio de Economía divulgó esta orden en redes sociales, en su calidad de autoridad encargada del registro y supervisión de las ONG, y como recordatorio de un dictamen anterior.
“En caso de que (las organizaciones) no cooperen, se suspenderán todas las actividades de la parte infractora y el permiso de actividad”, señala la nota.
La medida fue dada a conocer un día después de que el líder de los talibanes prohibiera la construcción de ventanas en viviendas desde las cuales se pueda ver a mujeres, además de sugerir bloquear las que ya están instaladas, con el fin de evitar la “obscenidad”.
De acuerdo con un comunicado emitido el sábado por la noche por Zabihullah Mujahid, portavoz del régimen talibán, a partir de esa fecha, los nuevos edificios que se construyan no podrán contar con ventanas que den vista a “el patio, la cocina, los pozos comunes y otros lugares que suelen utilizar las mujeres”.
“El ver a mujeres trabajando en las cocinas, patios o sacando agua de un pozo puede generar actos obscenos”, reza el documento difundido por Mujahid en la red social X, escrito en parte en árabe, darí y pastún.
El comunicado establece que los ayuntamientos y otras autoridades correspondientes deberán supervisar las construcciones para garantizar que no sea posible observar las viviendas de los vecinos.
En caso de que ya existan ventanas, los talibanes instan a los propietarios a levantar un muro o bloquear las vistas para «evitar causar molestias a los vecinos», según lo indicado en el decreto.
Tú que opina de este post