Por: Leanlly Pérez- Mohamed Sabry Soliman, un ciudadano egipcio que se encuentra ilegalmente en Estados Unidos, fue arrestado y enfrenta cargos federales por crímenes de odio y estatales por intento de asesinato tras perpetrar un ataque incendiario contra manifestantes en Boulder, Colorado.
El hecho ocurrió durante una marcha pacífica organizada por la comunidad judía en apoyo a los rehenes israelíes secuestrados por Hamás, dejando una docena de heridos, dos de ellos de gravedad.
Soliman, de 45 años, gritó consignas como “¡Palestina libre!” y “¡Acabemos con los sionistas!” durante el ataque. Según las autoridades, llevaba más de un año planeando el acto, tenía intención de causar más daño y no mostró arrepentimiento, afirmando que lo repetiría.
La policía incautó 16 cócteles molotov sin usar y un rociador de gasolina con el que pretendía fabricar un lanzallamas casero.
El fiscal federal interino de Colorado calificó el atentado como un acto de terrorismo doméstico, y el sospechoso podría enfrentar cadena perpetua. El ataque ocurre en un contexto de aumento de tensiones antisemitas en Estados Unidos, y generó fuertes reacciones políticas.
El presidente Donald Trump condenó el atentado y culpó a la política migratoria de su sucesor Joe Biden, mientras que el secretario Marco Rubio prometió deportaciones de radicales y simpatizantes del terrorismo.
El incidente ocurrió durante la festividad judía de Shavuot, y en medio de otros actos de violencia antisemita recientes en EE.UU., incluyendo un tiroteo afuera de un museo judío en Washington.
El embajador israelí ante la ONU y otras figuras del gobierno israelí condenaron el ataque y alertaron sobre el crecimiento del antisemitismo a nivel global.
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