El Gobierno de México elevó este lunes a 48 la cifra de muertos, misma para los desaparecidos luego del devastador impacto del huracán Otis, extraordinariamente poderoso que azotó la ciudad turística mexicana de Acapulco en el sureño estado de Guerrero registrado el pasado 25 de octubre.
A casi dos semanas del azote de Otis, que tocó tierra principalmente en el balneario de Acapulco como huracán de categoría 5 en Guerrero, donde rompió el récord de intensificación de un ciclón en México, la búsqueda de personas sigue, además del recuento de daños, en particular en Acapulco, la ciudad más impactada, donde hay miles de damnificados.
En el decimosegundo informe de trabajos para la recuperación y atención a la población afectada por Otis, distribuido a medios por la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) de México, se registró un deceso más respecto al reporte que dio en el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, esta mañana en su conferencia de todos los días.
Es imposible encontrar un rincón en Acapulco donde no se siga percibiendo la estela de destrucción que dejó el huracán Otis. Pero hay un lugar donde el dolor y desesperación se siente quizá aún más vivo, en el malecón del popular balneario mexicano, que hasta hace poco estaba lleno de turistas, ahora se reúnen los familiares de trabajadores de barcos que desaparecieron aquí tras el impacto del huracán
Son principalmente mujeres las que llegan al malecón desde la mañana y no se van hasta que, al anochecer, la ciudad que aún tiene problemas de suministro eléctrico se sume en una parcial oscuridad.
Aquí esperan cada día durante horas por novedades sobre su paradero, por si alguien les trae noticias de que algún herido apareció en el hospital o por si, desgraciadamente, un nuevo cuerpo encontrado en el agua podría poner fin a su incertidumbre.
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