Los dos senadores de Florida presentaron la «Stop Maduro Act», que busca duplicar a 100 millones de dólares la recompensa por la captura del presidente venezolano, Nicolás Maduro, junto con la «BOLIVAR Act», que plantea prohibir transacciones con empresas relacionadas con su gobierno.
La primera propuesta busca duplicar la recompensa fijada por la Administración de Donald Trump, que en agosto ya la había elevado a 50 millones de dólares por la captura de Maduro, superando así la suma que en su momento se ofreció por el líder de Al-Qaeda, Osama bin Laden.
La propuesta, impulsada por los senadores de Florida Rick Scott y Ashley Moody, establece que el Departamento de Estado podrá entregar la recompensa a quienes aporten información que conduzca directamente a su arresto y condena en cualquier país por delitos vinculados al narcotráfico.
Además, plantea que los pagos se financien con los bienes confiscados por Washington a Maduro, su gobierno y allegados, que incluyen más de 700 millones de dólares en activos, dos aviones privados y nueve vehículos.
Durante la presentación en Doral, ciudad con alta población venezolana en Florida, la senadora Moody enmarcó la medida como parte de la lucha contra el “narcoterrorismo” del régimen, acusando a Maduro de liderar el Cartel de los Soles
«El narcoterrorismo es una guerra contra nuestro país, nuestros niños, y la ley y el orden. Estos terroristas contrabandean cantidades abrumadoras de drogas legales a nuestro país y venden este veneno que desestabiliza a nuestras comunidades», argumentó en un evento con líderes de la ciudad.
Moody destacó que la ‘BOLIVAR Act’, cuyo acrónimo en español significa «prohibir las operaciones y contratos con el ilegítimo régimen autoritario venezolano», busca impedir que las agencias del Gobierno estadounidense firmen contratos con compañías que mantengan vínculos comerciales con el gobierno de Maduro.
La propuesta cuenta también con el respaldo del senador Ted Cruz, de Texas, y de la senadora Marsha Blackburn, de Tennessee, ambos republicanos.
Estas iniciativas surgen en un contexto de creciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, donde autoridades han hundido cuatro embarcaciones vinculadas al narcotráfico cerca de las costas venezolanas, con un saldo de al menos 17 fallecidos.