Por: Leanlly Pérez- En una votación cargada de tensiones políticas y divisiones partidistas, el Senado de Colombia negó este miércoles 15 de mayo de 2025, la solicitud presentada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro para convocar una consulta popular sobre temas clave de su agenda laboral. La iniciativa fue rechazada con 49 votos en contra y 47 a favor, evidenciando la fragilidad del apoyo legislativo con el que cuenta actualmente el Ejecutivo.
La consulta, que buscaba ser celebrada en julio de 2025, pretendía someter a la decisión del pueblo una serie de propuestas relacionadas con reformas laborales estructurales, muchas de las cuales han sido archivadas o bloqueadas en el Congreso en los últimos meses. Entre los puntos más relevantes que incluía la consulta estaban la reducción de la jornada laboral a ocho horas diarias, el pago justo a trabajadores rurales, el fortalecimiento de las licencias por salud y el rechazo a la tercerización laboral.
El presidente Gustavo Petro presentó públicamente la iniciativa el pasado 1 de mayo, durante los actos oficiales por el Día del Trabajo, como respuesta a lo que considera una resistencia sistemática del Congreso para aprobar reformas que, según él, son fundamentales para garantizar una mayor equidad social y dignidad laboral.
La sesión del Senado estuvo marcada por la controversia y el debate encendido. El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, denunció que la votación habría sido alterada por la inclusión de un voto adicional al bloque opositor después de cerrada la plenaria, lo que generó reclamos, gritos y acusaciones cruzadas entre senadores de distintas bancadas. Como respuesta a lo que consideran una irregularidad, el oficialismo anunció que apelará la decisión y solicitará una revisión del procedimiento parlamentario.
Para el Gobierno, la consulta popular era una herramienta legítima de participación ciudadana directa, contemplada en la Constitución, y una forma de sortear el constante bloqueo legislativo de sus proyectos. La vicepresidenta Francia Márquez había defendido la consulta como una manera de “llevar la voz del pueblo al centro de las decisiones políticas”. Sin embargo, los sectores de oposición la calificaron como una estrategia populista y una distracción del Ejecutivo ante su falta de gobernabilidad.
El rechazo del Senado representa un fuerte revés para Petro, quien ha enfrentado numerosos obstáculos en el Congreso desde el inicio de su mandato. Reformas emblemáticas como la de salud, pensiones y laboral han tenido un camino difícil y, en su mayoría, han sido frenadas o sustancialmente modificadas. Este resultado refuerza la percepción de que el gobierno se encuentra en una etapa de debilitamiento político, especialmente de cara a los comicios legislativos y presidenciales de 2026, donde la correlación de fuerzas podría redefinirse por completo.
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