La tormenta Gabrielle, séptimo ciclón de la actual temporada en el Atlántico, se formó este miércoles en la zona central del océano y podría convertirse en huracán el próximo domingo, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
El organismo no prevé impactos en tierra durante los próximos días, ya que, por el momento, se espera que la tormenta permanezca sobre aguas abiertas.
Según el último reporte, el sistema se formó a 1,085 millas (1,745 kilómetros) al este de las Islas de Sotavento del Norte, el grupo más septentrional de las Antillas Menores, en el mar Caribe.
Actualmente, presenta vientos máximos sostenidos de 45 millas por hora (75 km/h) y se desplaza hacia el nor-noroeste a 22 millas por hora (35 km/h), con efectos que se extienden hasta 175 millas (280 km) desde su centro.
El NHC señaló que se espera que la intensidad de Gabrielle cambie poco durante las próximas 48 horas, pero que para este fin de semana las condiciones serán más favorables, lo que permitiría una intensificación gradual. Con ello, se pronostica que la tormenta se convierta en huracán dentro de 96 horas.
El reporte indicó que Gabrielle se encuentra “bien lejos de tierra”, aproximadamente a mitad de camino entre las Islas de Cabo Verde y las Islas de Barlovento, aunque destacó que su movimiento es altamente incierto, por lo que aún se desconoce la trayectoria final.
Los meteorólogos del NHC habían advertido la semana pasada que aún podría desarrollarse el 60 % de la actividad ciclónica restante, tras un inicio “relativamente tranquilo” de la temporada del Atlántico, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, y cuyo pico climatológico se registró el 10 de septiembre.
Hasta el momento, se han registrado siete ciclones en el Atlántico este año: el huracán Erin y las tormentas Andrea, Barry, Dexter, Fernand y Chantal, siendo esta última la única que tocó tierra en Estados Unidos, donde provocó dos muertes en Carolina del Norte en julio.