Por: Leanlly Pérez- Un exguardia de prisión del estado de Nueva York, Joshua Bartlett, se declaró culpable de obstaculizar la acusación y falsificar registros oficiales, en relación con la paliza mortal del recluso Messiah Nantwi ocurrida el 1 de marzo en el Centro Correccional Mid-State, en Marcy.
Bartlett es el primer implicado en aceptar su responsabilidad dentro del grupo de 11 oficiales penitenciarios vinculados al caso, donde otros diez han sido imputados, incluidos dos acusados de asesinato en segundo grado, quienes se han declarado inocentes.
Según la acusación, Nantwi fue golpeado brutalmente en su celda y luego en la enfermería, incluso estando esposado, tras un altercado con la Guardia Nacional desplegada por una huelga no autorizada de empleados penitenciarios.
Bartlett, quien no participó directamente en la paliza, ayudó a encubrir los hechos al presentar un informe falso sobre el uso de la fuerza.
El ataque a Nantwi se produjo luego de que este resistiera ser esposado sin causa aparente y llegara a agarrar el chaleco de Bartlett, lo que desencadenó una violenta reacción de los guardias con golpes de puños, porras y patadas.
Según los fiscales, Nantwi también fue agredido mientras era trasladado por una escalera hacia la enfermería, y murió posteriormente a causa de las heridas sufridas.
El caso ocurre pocos meses después de otra muerte similar en una prisión cercana, donde el recluso Robert Brooks fue también víctima de una paliza mortal por parte de varios guardias.
En ese caso, seis oficiales fueron acusados de asesinato en segundo grado, y uno ya se ha declarado culpable de homicidio involuntario.
La fiscalía informó que, tras la muerte de Nantwi, 18 guardias renunciaron o fueron suspendidos, y algunos que no enfrentan cargos han acordado cooperar con las autoridades. La sentencia de Bartlett está programada para el 8 de agosto.
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