Isaac Achi, sacerdote nigeriano, fue quemado vivo dentro de su casa al norte de Nigeria, según informó la policía del estado de Níger.
El padre, de la iglesia católica de San Pedro y San Pablo, fue quemado luego de que los hombres armados no lograron entrar a su casa y en su lugar le prendieron fuego.
«Desafortunadamente, los bandidos supuestamente intentaron ingresar a la residencia, lo que parecía difícil”, por lo que “incendiaron la casa” y el sacerdote católico murió quemado», dijo el portavoz de la policía Wasiu Abiodun.
Indicó, además, que durante el hecho otro sacerdote se encontraba en la casa, identificado como padre Collins, quien resultó herido de bala cuando intentaba escapar.
Mientras que, el gobernador del estado de Níger, Sani Bello, expresó que el asesinato de este sacerdote indicaba que nadie está a salvo.
«Es un momento triste. Que maten a un sacerdote de esta manera significa que nadie está a salvo. Estos terroristas han perdido la cabeza y es necesario tomar medidas drásticas para poner fin a esta matanza», precisó Bello.
El motivo del ataque no estaba claro, pero las bandas criminales ya habían atacado a sacerdotes en el norte, en esos casos de mayoría musulmana.
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