Las autoridades rusas anunciaron este viernes que varios políticos británicos han sido incluidos en su «lista negra» debido al respaldo que han brindado al Gobierno ucraniano, que abarca desde sanciones y actividades de espionaje hasta declaraciones «fantasiosas» sobre una supuesta amenaza militar de Moscú en Europa.
«Londres sigue financiando diligentemente las cínicas aventuras antirrusas, en detrimento del deterioro socioeconómico y de la situación política interna del país», señaló el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado, criticando al Gobierno británico por no cumplir con sus «obligaciones sociales básicas».
Entre los incluidos en la lista se encuentran «individuos que se han manchado a sí mismos al hacer campaña en apoyo de restricciones ilegales» y otros implicados en acciones subversivas contra Rusia, mediante «calumnias» y la «difusión de desinformación».
Por ello, se les prohíbe la entrada al país, entre ellos destacados miembros del ámbito político británico, como la viceministra de Economía, Emma Reynolds; el responsable de sanciones del Ministerio de Exteriores Max Petrokofsky; y el fundador del Open Source Centre, James Byrne.