Un ataque con drones rusos impactó este viernes en el centro de Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, dejando al menos nueve heridos y causando daños en un hospital de maternidad, según informaron las autoridades locales.
El alcalde de Járkiv, Ihor Terekhov, comunicó a través de Telegram que madres con recién nacidos estaban siendo evacuadas a otro centro médico, pero no especificó si entre los heridos se encontraba algún paciente.
Esta ofensiva se enmarca en una reciente intensificación de los ataques rusos con drones Shahed, que suelen ir acompañados de misiles balísticos, de crucero y bombas planeadoras. La nueva ola de agresiones ha aumentado la presión sobre Ucrania para reforzar sus sistemas de defensa aérea, tras más de tres años de conflicto.
«No hay silencio en Ucrania», expresó el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky tras el bombardeo en Járkiv.
Junio se convirtió en el mes más letal para la población civil en los últimos tres años, con un saldo de 232 fallecidos y 1,343 heridos, según informó este jueves la misión de derechos humanos de la ONU en Ucrania. El organismo también destacó que Rusia lanzó en ese mes diez veces más drones y misiles en comparación con junio del año anterior.
Al mismo tiempo, las fuerzas rusas han aumentado su ofensiva en diversas zonas a lo largo de los 1,000 kilómetros (620 millas) del frente de batalla, donde miles de soldados de ambos bandos han perdido la vida desde que el Kremlin lanzó la invasión a Ucrania en febrero de 2022.
El presidente Zelensky hizo un llamado urgente a los aliados occidentales de Ucrania para que aceleren la entrega de la ayuda prometida durante una cumbre internacional celebrada en Roma el jueves.
Asimismo, subrayó la necesidad crítica de más sistemas de defensa aérea Patriot, de fabricación estadounidense, para contrarrestar los misiles rusos, así como de más drones interceptores para derribar los Shahed.
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