Por: Leanlly Pérez- En Santo Domingo, República Dominicana, dieron inicio las mesas de trabajo del plan regional para combatir el tráfico ilícito de armas, municiones y explosivos, una iniciativa conjunta entre República Dominicana y seis países de Centroamérica: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá.
Esta estrategia forma parte de la Hoja de Ruta Regional 2025-2035, firmada en Washington con el respaldo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y busca abordar uno de los principales desafíos para la seguridad y el desarrollo en la región.
Las mesas de trabajo reúnen a representantes de gobiernos, organismos internacionales, fuerzas de seguridad, autoridades judiciales y expertos en control de armas.
El plan se articula en torno a cuatro ejes clave: fortalecimiento del marco legal e institucional, prevención de la violencia armada, control efectivo del ciclo de vida de las armas (incluyendo fabricación, registro, transporte, almacenamiento y destrucción), y la persecución penal de las redes de tráfico ilícito.
Durante el encuentro, las autoridades dominicanas subrayaron la urgencia de frenar el flujo ilegal de armas, que alimenta la violencia, el crimen organizado y la inseguridad ciudadana.
En 2022, la región registró la tasa de homicidios más alta del mundo, con un uso predominante de armas de fuego, muchas de las cuales llegan de forma ilegal desde el extranjero. La falta de control en las fronteras, la corrupción, y la debilidad institucional son factores que agravan el problema.
Funcionarios de la OEA y representantes de los países participantes coincidieron en que este esfuerzo requiere no solo un enfoque policial, sino también medidas integrales que incluyan políticas sociales, desarrollo económico y cooperación internacional.
Destacaron además que la lucha contra el tráfico de armas debe enmarcarse en el respeto a los derechos humanos y a los principios del Estado de derecho.
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