Por: Leanlly Pérez- El Museo del Louvre recuperó la emblemática corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, robada el pasado domingo durante un audaz asalto que mantuvo en vilo a la capital francesa.
El robo, que duró apenas siete minutos, fue ejecutado por un grupo de ladrones que ingresó al museo con un montacargas, rompió las vitrinas con motosierras y sustrajo nueve piezas de la colección napoleónica, incluida la valiosa corona de la última emperatriz de Francia, esposa de Napoleón III.
Aunque la corona fue hallada con algunos daños leves, ya fue devuelta al museo. La pieza es única: tiene ocho arcos en forma de águila de oro, un globo de diamantes con cruz latina, y alberga 1.353 diamantes y 56 esmeraldas, reflejando la elegancia y el esplendor de Eugenia de Montijo, aristócrata granadina que dejó huella en la vida cultural y política del Segundo Imperio francés.
Además de la corona, los ladrones se llevaron otras joyas históricas, como un broche de diamantes y un conjunto de esmeraldas de la emperatriz María Luisa, aunque el famoso diamante “Regente”, de más de 140 quilates, permaneció intacto.
El regreso de la corona no solo devuelve una joya imperial, sino también un fragmento brillante de la historia europea, recuperando parte del legado napoleónico que sigue fascinando a millones de visitantes en la Galería Apolo del Louvre.