Por: Leanlly Pérez- República Dominicana enfrenta uno de los mayores índices de embarazo adolescente en América Latina y el Caribe, según un informe reciente del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). Este fenómeno afecta especialmente a las regiones más vulnerables del país, como las provincias fronterizas con Haití, donde las tasas de embarazo adolescente son significativamente más altas que en el resto del país.
En lugares como Elías Piña, uno de cada cuatro embarazos corresponde a adolescentes, lo que contrasta con la tasa promedio nacional de uno de cada cinco. En total, República Dominicana reporta 77 nacimientos por cada 1,000 mujeres de entre 15 y 19 años, colocándose entre los países con mayor tasa de embarazo adolescente en la región.
El embarazo adolescente en el país es un problema complejo que afecta principalmente a las jóvenes de estratos socioeconómicos bajos.
Muchas de estas adolescentes, especialmente en áreas rurales y fronterizas, mantienen relaciones con adultos a cambio de favores materiales, como comida, ropa o teléfonos, debido a la escasez de recursos en sus hogares.
Este tipo de relaciones, aunque penalizado, sigue siendo común, lo que agrava aún más la situación de las adolescentes embarazadas, quienes a menudo carecen de educación sobre sus derechos y opciones para evitar un embarazo no deseado.
Para enfrentar esta problemática, el UNFPA ha implementado diversas estrategias de intervención en las zonas más afectadas, incluyendo programas de planificación familiar, distribución de métodos anticonceptivos y educación sexual.
Una de las principales iniciativas ha sido la creación de las denominadas «casas claves», que son espacios dirigidos por lideresas comunitarias donde las jóvenes pueden recibir orientación, confidencialidad y acceso a métodos anticonceptivos de manera discreta.
Grismary Carrasco, una joven madre que dirige una de estas casas en Dajabón, ha destacado la importancia de brindar un espacio privado y seguro para que las adolescentes puedan acceder a estos recursos sin temor a ser juzgadas. Además, Carrasco, quien fue madre adolescente, utiliza su experiencia personal para orientar a otras jóvenes y evitar que repitan su misma historia.
La estrategia de intervención también incluye el fortalecimiento de los Centros de Primer Nivel de Atención (CPNA), que actúan como puerta de entrada al sistema de salud para las adolescentes embarazadas.
Estos centros proporcionan atención médica inicial, controles prenatales y derivación a hospitales en caso necesario. Sin embargo, debido a las condiciones de aislamiento de muchas de estas comunidades fronterizas, acceder a estos servicios de salud puede ser un desafío.
Para resolver este problema, el UNFPA ha donado «motoambulancias», vehículos adaptados para el transporte de pacientes en zonas rurales de difícil acceso. Estas motoambulancias son utilizadas en provincias como Elías Piña para trasladar a las mujeres embarazadas a los centros de salud, mejorando así su acceso a atención médica.
Además de la atención médica y la distribución de anticonceptivos, el UNFPA también ha comenzado a implementar programas de sensibilización desde la niñez, con el objetivo de cambiar las mentalidades y empoderar a las futuras generaciones.
Un ejemplo de esto es el club «Fabricando Sueños» en Dajabón, que trabaja con niñas de entre 8 y 11 años para educarlas sobre sus derechos y prevenir el embarazo precoz.
Las niñas del club aprenden sobre el respeto a su cuerpo, sus derechos sexuales y reproductivos, y los riesgos asociados con las relaciones con adultos.
A través de estas actividades, se busca fomentar un cambio de mentalidad en las jóvenes, que comienzan a visualizarse a sí mismas con un futuro diferente, en el que la educación y la independencia económica son opciones viables.
El informe también resalta que muchas adolescentes que ya son madres han encontrado en estas iniciativas de apoyo un aliciente para continuar con sus estudios y alcanzar sus sueños.
Por ejemplo, Yolanda, una joven madre de 30 años y seis hijos, quien tuvo su primer hijo a los 15 años, destacó la importancia de los recursos y la orientación recibidos para poder seguir adelante con su vida a pesar de las dificultades.
Las “motoambulancias” han facilitado su acceso al hospital en sus embarazos posteriores, lo que le ha permitido recibir la atención necesaria para garantizar su salud y la de sus hijos.
Tú que opina de este post