El vuelo 7C2216, un Boeing 737-800, se estrelló contra un muro fuera de la pista tras aterrizar sin el tren de aterrizaje desplegado.
Los informes iniciales sugieren que el accidente fue causado por una combinación de factores, como un posible impacto con un ave durante el descenso, que podría haber interferido con el funcionamiento adecuado del avión.
Además, la policía está investigando las comunicaciones entre el piloto y la torre de control, ya que podrían arrojar información sobre posibles fallos en la coordinación durante el aterrizaje.
La investigación también se centra en el historial de mantenimiento de la aeronave, con el objetivo de determinar si hubo negligencia en las reparaciones o inspecciones previas al vuelo.
La estructura contra la que el avión impactó, que albergaba una antena localizadora del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS), también está siendo revisada, ya que podría haber influido en la capacidad del avión para alinearse adecuadamente con la pista.
Como parte de la investigación, la policía registró tanto la sede de Jeju Air en Seúl como el aeropuerto de Muan, buscando evidencia relacionada con el mantenimiento de la aeronave y los procedimientos seguidos antes del vuelo.
Las autoridades consideran que Kim E-bae, el consejero delegado de la aerolínea, es un testigo clave en el caso debido a su posición en la compañía y su posible conocimiento de los procedimientos de seguridad y mantenimiento de los aviones.
Este accidente ha generado una gran conmoción en el país y ha llamado la atención internacional debido a su magnitud. La tragedia no solo resalta la importancia de las medidas de seguridad en la aviación, sino también la necesidad de investigar a fondo las circunstancias que llevaron a la pérdida de tantas vidas humanas.
La policía y las autoridades de aviación surcoreanas continúan trabajando para esclarecer los detalles del incidente y determinar si hubo errores humanos o fallos en la infraestructura que contribuyeron al accidente.
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