La directora regional del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para América Latina y el Caribe, Lola Castro, advirtió este miércoles que Haití atraviesa una de las peores crisis alimentarias del hemisferio y llamó a la comunidad internacional a no abandonar al país y continuar brindándole apoyo.
De acuerdo con la especialista, Haití atraviesa una crisis prolongada, con 5.9 millones de personas afectadas por la inseguridad alimentaria, en un contexto empeorado por la violencia generalizada, la inflación y el impacto del cambio climático.
«En Haití, los choques se acumulan: conflicto, huracanes y altos precios de los alimentos. Hoy tenemos a más de la mitad del país necesitado de asistencia», dijo Castro, quien participa en la cumbre climática (COP30), que se celebra en la ciudad amazónica de Belém, en Brasil.
La directora advirtió que la violencia de las bandas armadas también es un factor clave, ya que dificulta la actividad agrícola y ha provocado la pérdida de áreas productivas, como en Artibonito, donde la producción de arroz se ha detenido.
Además, el huracán Melissa obligó al PMA a ampliar su ayuda a otras 300,000 personas.
La asistencia humanitaria logró disminuir los casos más severos de hambre en áreas como Cité Soleil, una comunidad marginal de alto riesgo en Puerto Príncipe, aunque Castro advierte que los progresos alcanzados siguen siendo vulnerables.
«Necesitamos cuarenta millones de dólares para los próximos seis meses. La inflación alimentaria de Haití ronda el 34 %, lo que hace aún más difícil acceder a comida sana», subrayó.
La directora regional del PMA destacó que, en colaboración con el Gobierno de Haití, han logrado brindar apoyo a 2,1 millones de personas a través de transferencias de dinero, asegurando así la adquisición de alimentos básicos, incluso en áreas afectadas por conflictos.
Asimismo, se han llevado a cabo medidas preventivas como la entrega de fondos antes de la llegada de huracanes y el envío de millones de mensajes de alerta a teléfonos móviles, acciones que han demostrado ser efectivas para preparar a las comunidades y mitigar los efectos de los fenómenos climáticos.