Las pérdidas provocadas en Jamaica por el devastador huracán Melissa se estiman entre 6,000 y 7,000 millones de dólares, de acuerdo con la evaluación preliminar presentada este miércoles por el primer ministro Andrew Holness.
«Melissa golpeó el corazón de la zona productiva de Jamaica, desde Saint Elizabeth, principal centro agrícola de la isla, hasta el corredor turístico de Westmoreland, Saint James, Trelawny y Saint Ann», afirmó Holness ante el Parlamento.
La estimación inicial toma en cuenta los daños materiales ocasionados a viviendas, edificaciones comerciales, carreteras e infraestructuras de servicios como electricidad, agua y telecomunicaciones, entre otros. El monto calculado representa aproximadamente entre el 28 % y el 32 % del PIB correspondiente al año fiscal anterior de la isla.
«Es un duro golpe para nuestra economía, y quiero que el país entienda que nunca antes habíamos sufrido un desastre de esta magnitud y con este impacto económico», dijo el primer ministro.
Holness subrayó que, como consecuencia del huracán Melissa, que golpeó a Jamaica el pasado 28 de octubre con categoría 5 —la máxima en la escala Saffir-Simpson—, miles de familias se enfrentan ahora a la pérdida de sus viviendas, cosechas, pertenencias y pequeños negocios.
«Esta no es solo una crisis humanitaria, sino también un duro golpe para los medios de subsistencia, los ingresos y las economías locales», aseguró.
El jefe de Gobierno advirtió sobre una desaceleración temporal de la actividad económica, señalando que las estimaciones preliminares apuntan a una caída de entre el 8 % y el 13 % en la producción económica a corto plazo.
Holness mencionó que la producción agrícola se reducirá en el corto plazo mientras los agricultores reanuden la siembra y se restablezcan las operaciones ganaderas.
También se refirió al sector turístico, esencial para la economía jamaicana, indicando que, aunque ha mostrado resiliencia y trabaja con rapidez para reabrir, requerirá apoyo específico para recuperar su capacidad y confianza.
Asimismo, el primer ministro reconoció que las pequeñas y medianas empresas (pymes) han experimentado pérdidas considerables, por lo que necesitarán liquidez y respaldo para recuperarse, reponer inventarios, reparar instalaciones y reanudar operaciones.


