La jueza Silvia Carreño, del Tribunal Federal de Hato Rey en San Juan, ordenó a Mireddys González, exesposa del artista urbano Daddy Yankee, entregar los dispositivos electrónicos que contienen correos y archivos que originalmente fueron borrados de la corporación El Cartel Records.
Durante la vista inicial de este nuevo caso, que forma parte de la disputa judicial iniciada a finales de 2024, Carreño señaló que se procederá a extraer la información almacenada en los dispositivos para que los abogados puedan acceder a la documentación de la corporación.
El artista presentó una demanda contra su exesposa y su excuñada, Ayeisha González, acusándolas de presunta destrucción de archivos de sus empresas El Cartel Records y Los Cangris, Inc.
Mireddys reconoció ante el tribunal que borró correos electrónicos de su cuenta corporativa entre 2020 y 2024, y que utilizaba una tableta, un teléfono y un computador para realizar trámites relacionados con El Cartel Records.
Además, Ayeisha González señaló que manejaba desde una computadora portátil una cuenta de correo personal para asuntos relacionados con la mencionada corporación.
«Desde ahora hasta que se les devuelvan, cualquier manipulación que ellas hagan de los aparatos, específicamente para borrar información, será desacato al tribunal», advirtió la magistrada.
Daddy Yankee, acompañado de su representante legal Víctor Acevedo Hernández, declaró al llegar al tribunal: «Que en la paz de Dios termine. Vamos pa’ encima».
Los abogados del artista sostuvieron que las hermanas González infringieron la Ley de Fraude y Abuso Informático y la Ley de Comunicaciones Almacenadas al acceder y eliminar datos corporativos sin autorización.
Ramón Ayala Rodríguez, nombre real de Daddy Yankee, solicita una compensación de doce millones de dólares, argumentando que las acusadas eliminaron archivos cruciales relacionados con su carrera, incluyendo información de la gira ‘»La Última Vuelta» y la venta de su catálogo musical.
El conflicto por las corporaciones surgió luego de que, en diciembre de 2024, las hermanas González transfirieran un total de cien millones de dólares desde las cuentas corporativas a sus cuentas personales, sin el conocimiento ni consentimiento del artista.
La ruptura de la pareja se hizo pública en esas fechas, y el divorcio se oficializó el 19 de febrero, después de casi treinta años de matrimonio y con dos hijos en común.