El funcionamiento de ChatGPT en esta modalidad es similar al de la versión web. Los usuarios pueden hacerle preguntas sobre diversos temas, como historia, política, ciencia, y más.
Un ejemplo mencionado es la capacidad de ChatGPT para responder sobre el número de presidentes de Estados Unidos o las principales políticas de Joe Biden en inmigración.
Al comenzar la llamada, la inteligencia artificial informa al usuario que la conversación será grabada por motivos de seguridad, y aclara que al continuar la llamada, el usuario acepta los términos de privacidad de la empresa.
La empresa ha descrito esta funcionalidad como una forma más accesible y económica de probar ChatGPT, ya que los usuarios pueden interactuar con la inteligencia artificial de manera gratuita por un tiempo limitado.
Esta nueva característica fue anunciada en un video en directo en el canal de YouTube de OpenAI, en el que Kevin Weil, jefe de producto de la compañía, destacó la accesibilidad de la herramienta.
La decisión de OpenAI de ofrecer esta función recuerda a la herramienta GOOG-411 lanzada por Google en 2008, que permitía realizar consultas telefónicas de forma gratuita, pero que fue descontinuada en 2010.
Sin embargo, a diferencia de Google, OpenAI aclaró que las llamadas no serán utilizadas para entrenar sus modelos lingüísticos, lo que fue confirmado por la portavoz de la empresa, Taya Christianson.
Este anuncio forma parte de una serie de novedades que OpenAI ha revelado en los últimos días, en el marco de un «calendario de adviento» que retransmite en YouTube.
Recientemente, la compañía también presentó una nueva herramienta de generación de video basada en inteligencia artificial, llamada Sora.
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