Por: Leanlly Pérez- La Organización de las Naciones Unidas (ONU), a través de su agencia especializada en asentamientos humanos, ONU-Hábitat, lanzó una grave advertencia este jueves durante la reanudación de su segunda Asamblea celebrada en Nairobi, Kenia: la actual crisis mundial de la vivienda se está profundizando de manera alarmante y, de no ser abordada con urgencia por los gobiernos, podría desencadenar una emergencia humanitaria global.
Durante la sesión, la directora ejecutiva de ONU-Hábitat, Anacláudia Rossbach, presentó cifras preocupantes: alrededor de 3,000 millones de personas en el mundo no tienen acceso a una vivienda adecuada, ni a tierra segura ni a servicios básicos esenciales como el agua potable y el saneamiento. Esta situación pone en riesgo el bienestar, la seguridad y la dignidad de miles de millones de personas.
Rossbach alertó que las causas estructurales de esta crisis están relacionadas con fenómenos globales como el cambio climático, el aumento de la desigualdad económica, la expansión de asentamientos informales, y los desplazamientos masivos provocados por guerras y conflictos sociales.
Subrayó que si estos factores no se enfrentan de forma inmediata y decidida, el mundo experimentará consecuencias humanitarias devastadoras.
La reanudación de esta Asamblea tenía como objetivo principal avanzar en temas que habían quedado pendientes desde la primera parte de la reunión en junio de 2023, entre ellos la aprobación del Plan Estratégico 2026-2029 de ONU-Hábitat.
Este plan se enfoca en la urgencia de garantizar el acceso a una vivienda digna, resiliente, sostenible y asequible para todas las personas, sin dejar a nadie atrás.
Durante la conferencia también se discutió la necesidad de adoptar nuevas Directrices Internacionales sobre Ciudades Inteligentes centradas en las personas, orientadas a mejorar la calidad de vida urbana con tecnología inclusiva y desarrollo urbano equitativo.
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