El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la violencia continua de las bandas y la muerte de al menos 184 personas, incluyendo a 127 ancianos, entre el 6 y el 8 de diciembre en Puerto Príncipe, Haití.
Según detalló en su rueda de prensa diaria el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, el secretario general expresó sus condolencias a las familias de las víctimas e hizo un llamado a las autoridades haitianas para llevar a cabo una investigación exhaustiva y llevar a los responsables ante la justicia.
Además, Guterres solicitó una vez más a los países miembros que brinden apoyo en términos de seguridad, así como apoyo financiero y logístico a la policía de Haití.
La banda armada en Wharf Jérémie, en la zona de Cité Soleil de Puerto Príncipe, perpetró la matanza entre el jueves y el sábado pasado, después de que su líder, Micanor Altes, alias Wa Mikano (El rey Mikano), acusara a las víctimas de realizar brujería que supuestamente causó la grave enfermedad de su hijo.
Según informó previamente la organización de derechos humanos CDP-Haití, las víctimas, que fueron asesinadas con cuchillos y machetes por la banda, tenían más de 60 años.
De acuerdo con esta ONG, Wa Mikano consultó a un sacerdote de vudú sobre la enfermedad de su hijo, quien finalmente murió el domingo. Este sacerdote afirmó que los ancianos le habían lanzado el mal de ojo, lo que desencadenó la matanza.
En un comunicado de la Oficina del Primer Ministro, el gabinete expresó su «absoluta indignación la atrocidad absoluta perpetrada en Wharf Jérémie, que ha costado la vida a alrededor de 180 compatriotas sin defensa, orquestada por el jefe de banda Micanor».
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