La llegada del supertifón Fung-wong a Filipinas este fin de semana, junto con el paso del tifón Kalmaegi apenas hace siete días, ha afectado a 8,3 millones de personas y desplazado a 1,4 millones, alertó Dipayan Bhattacharyya, director adjunto del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en el país.
Bhattacharyya aclaró en una rueda de prensa por videoconferencia desde Manila, dirigida a los periodistas acreditados ante la ONU en Ginebra, que no se descarta un aumento en el número de afectados a medida que lleguen más informes de las zonas impactadas.
El director adjunto destacó la acción preventiva del PMA, que efectuó transferencias de 4,000 pesos filipinos (aproximadamente 59 euros) a cada una de las 42,000 familias de las provincias de Aurora, Batanes, Cagayan, Isabela y Nueva Ecija, las más afectadas por el supertifón Fung-wong.
Esta asistencia fue posible gracias a un proyecto de ley aprobado hace dos meses, que establece el marco legal para que el Gobierno filipino realice transferencias de dinero antes de un desastre.
El Programa Mundial de Alimentos ha distribuido alimentos a casi un millón de personas, utilizando 187,000 kits diseñados para abastecer a una familia durante tres días.
Además, ha proporcionado generadores, equipamiento para almacenes y, en coordinación con el Gobierno filipino, ha desplegado unidades móviles de comunicación para restablecer la conectividad en las áreas afectadas por el tifón.


