La onicofagia, que es el nombre científico de un trastorno directamente relacionado con morderse las uñas, es una realidad psicológica muy frecuente en adultos y niños.
Algunos estudios científicos estiman que entre el 20 y el 30% de la población mundial se muerde las uñas de forma crónica, aunque esta cifra puede variar y llega a situarse por encima del 40%.
Pero antes de entrar en materia es importante dejar claro que no todas las personas que se muerden las uñas padecen este trastorno obsesivo compulsivo.
Cuando la necesidad de morderse las uñas llega a causar problemas tanto de salud como estéticos o sociales, hablamos de onicofagia.
Y además de consecuencias como deformación de las cutículas, infecciones, pérdida parcial o total de la uña, también produce problemas bucodentales, tal y como advierten los expertos.
Es un hábito que resulta muy difícil de eliminar y que, prolongado en el tiempo, afecta a la salud de nuestra boca.
Consecuencias bucodentales
Básicamente son tres las consecuencias que la onicofagia tiene en la salud oral. Tal y como apunta el especialista:
Las bacterias que se localizan debajo de las uñas pasan a la boca y pueden originar infecciones orales de todo tipo.
Morderse las uñas va produciendo desgaste en el esmalte o incluso fisuras.
Si el hábito es muy continuo, puede provocar pequeños desplazamientos en la posición de los dientes.
Sin embargo, los efectos en determinados pacientes son un auténtico peligro.
¿Hay que visitar al dentista con más frecuencia?
Sí. Las personas que se muerden la uña con frecuencia, y que además producen heridas en las cutículas y en los dedos, deben acudir con mayor frecuencia a las visitas rutinarias al dentista, como señala el doctor Castro Reino.
«Es importante tratar la onicofagia, no solamente por razones bucodentales, sino por motivos de salud general. Este mal hábito puede originar también infecciones importantes a nivel local de las uñas e incluso problemas digestivos«.
El presidente del Consejo General de Dentistas aconseja que “cualquier persona con este hábito debería consultar a un profesional sanitario quién le asesorará sobre posibles soluciones para eliminarlo”.
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