La difusión de tres nuevos correos electrónicos procedentes de los archivos del pederasta Jeffrey Epstein, promovida por legisladores demócratas en la Cámara de Representantes, podría exponer nuevos lazos entre el fallecido magnate y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha negado tener cualquier tipo de relación cercana con él.
Los nuevos descubrimientos fueron presentados este miércoles por miembros del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, durante el análisis de unos 23,000 documentos adicionales relacionados con el caso Epstein, que ha generado gran inquietud entre los seguidores del presidente republicano.
La revelación coincide con la reanudación de las sesiones en la Cámara, donde tanto demócratas como algunos republicanos han exigido someter a votación la publicación de los archivos vinculados a Epstein, un proceso que el liderazgo republicano ha logrado postergar por ahora.
Uno de los correos, fechado en 2015, recoge un intercambio entre Epstein y el escritor y periodista Michael Wolff sobre una entrevista que Trump tendría en CNN. En el mensaje, Wolff aconseja dejar que Trump se incriminara a sí mismo al negar cualquier relación con el financiero neoyorquino.
«Creo que deberías dejar que él solo se ponga la soga al cuello. Si dice que no estuvo en el avión ni en la casa, eso te da una valiosa ventaja política y de relaciones públicas. Puedes hundirlo de una manera que potencialmente te beneficie, o, si realmente parece que podría ganar, podrías salvarlo, generando una deuda», escribió Wolff.
En otro correo de 2011 dirigido a Ghislaine Maxwell, cómplice y expareja de Epstein, el delincuente sexual se refiere a Donald Trump como un «perro que no ladra» y asegura que el entonces empresario pasó «horas» en su residencia junto a una de las presuntas víctimas de tráfico sexual, cuyo nombre fue censurado en los documentos divulgados.
El tercer correo electrónico recoge otra conversación entre Epstein y Michael Wolff, esta vez en 2019, en la que Epstein afirma que «por supuesto que él (Trump) sabía de las chicas, ya que le pidió a Ghislaine que parara».
«Cuanto más intenta Donald Trump encubrir los archivos de Epstein, más descubrimos», afirmó -en un comunicado- el representante Robert García, el legislador demócrata de mayor rango en el Comité de Supervisión.
Según García, «estos últimos correos electrónicos y correspondencia plantean serias dudas sobre qué más oculta la Casa Blanca y la naturaleza de la relación entre Epstein y el presidente».
En septiembre pasado, los demócratas de la Cámara de Representantes divulgaron más de doscientas páginas de un libro con mensajes de felicitación por el quincuagésimo cumpleaños de Epstein. Entre ellos figura un dibujo de contenido lascivo atribuido a Donald Trump, quien ha negado categóricamente ser el autor del mensaje o de la firma que lo acompaña.
La controversia sobre los presuntos vínculos de Trump con Jeffrey Epstein lo ha seguido desde que, en julio pasado, el Departamento de Justicia anunciara que no divulgaría más información sobre el financiero neoyorquino, quien presuntamente se suicidó en 2019 mientras esperaba juicio por tráfico sexual.
Esa decisión desató la indignación entre los seguidores del movimiento MAGA (“Make America Great Again”), fieles al mandatario republicano, quienes respaldan teorías —promovidas también por el propio Trump— que sostienen que las listas de clientes de Epstein incluían a influyentes figuras políticas y empresariales.
La semana pasada, el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes pidió al príncipe Andrés Mountbatten Windsor, hermano del rey Carlos III del Reino Unido, presentarse a declarar por su presunta relación con Epstein.


