La ciudad de Nueva York aseguró que sigue comprometida con proteger a los inmigrantes y les hizo un llamado a no temer al acudir a los hospitales en busca de la atención que necesitan, a pesar de los «momentos difíciles» marcados por el endurecimiento de la campaña contra esta comunidad por parte del Gobierno de Donald Trump.
Un grupo de funcionarios de la ciudad, liderado por el comisionado de la Oficina de Asuntos de Inmigración, Manuel Castro, se reunió en un foro para reafirmar a los inmigrantes que la ley que convirtió a Nueva York en una «ciudad santuario» sigue en vigor.
En este contexto, señalaron que no es necesario que estas personas divulguen su estatus migratorio para acceder a los servicios de salud y demás beneficios que han recibido durante años, a pesar de la política migratoria implementada por la administración de Trump, aunque no lo mencionaron directamente.
«Tenemos una larga y orgullosa historia de cuidar a todos, sin excepción, y hoy, nuestro compromiso con el acceso a la atención médica sigue siendo inquebrantable, independientemente del estado migratorio, la capacidad de pago o por el dominio del inglés», afirmó la comisionada interina del Departamento de Salud local, y médico, Michelle Morse.
«Proteger a nuestros neoyorquinos inmigrantes no solo es lo correcto: es un imperativo de salud pública», precisó Morse.
Asimismo, mencionó que proteger e invertir en la confianza y dignidad de los inmigrantes «es esencial» para garantizar una ciudad segura y saludable.
«Estamos viviendo un período extremadamente intenso de control migratorio que tiene consecuencias directas para nuestra salud», sostuvo la comisionada.
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