La causa principal del retraso es la construcción y pruebas de una nueva nave espacial Dragon que será utilizada en esta misión. El proceso de fabricación, ensamblaje e integración final de la nave requiere un alto nivel de precisión y atención a los detalles, lo que ha retrasado su disponibilidad.
El gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, Steve Stich, explicó que, después de una cuidadosa evaluación, se determinó que la mejor opción era posponer el lanzamiento hasta que la nave estuviera completamente lista para cumplir con los objetivos de la EEI para 2025.
La misión de Wilmore y Williams originalmente había sido una misión de prueba de la cápsula Starliner de Boeing, conocida como Crew Flight Test (CFT), que debía durar poco más de una semana.
Sin embargo, poco antes de llegar a la EEI, se detectaron fugas de helio y fallos en los sistemas de propulsores de la Starliner, lo que obligó a extender la misión.
Como resultado, la NASA decidió que la Starliner regresara sin tripulación y que los astronautas volvieran a bordo de la cápsula Dragon de SpaceX, que se usó en la misión Crew-9 en septiembre de 2024.
La nave Starliner aterrizó exitosamente en White Sands, Nueva México, después de partir de la EEI sin tripulación, cerrando una misión que tuvo varios contratiempos.
El objetivo de esta misión era certificar la cápsula Starliner para que pudiera ser utilizada en futuras misiones de transporte y carga, un paso clave para la NASA y Boeing en el desarrollo de la cápsula como un servicio confiable para el transporte de astronautas a la EEI.
Sin embargo, el retraso en la certificación de la nave ha provocado que Wilmore y Williams deban esperar más tiempo antes de su regreso a casa.
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