Silvia Pinal, una de las grandes actrices y considerada la última diva de la época dorada del cine mexicano, falleció este jueves a los 93 años.
La actriz murió en un hospital de la Ciudad de México, donde había estado internada desde la semana pasada para recibir tratamiento por una infección en las vías urinarias.
Pinal, nacida en 1931 en Guaymas, Sonora, dejó un legado de más de seis décadas como actriz, empresaria, productora, presentadora de televisión y hasta política.
A lo largo de su carrera, fue una artista incansable que desempeñó su talento en cine, teatro, televisión y en espectáculos de cabaret y palenque.
Su ascenso a la fama estuvo marcado por su participación en películas en las que compartió protagonismo con otras leyendas del cine de oro, como Mario Moreno «Cantinflas» en Puerta joven (1949), y Germán Valdés «Tin Tan» en El rey del barrio (1950) y Me traes de un ala (1952).
Asimismo, tuvo la oportunidad de actuar junto a Pedro Infante, el «ídolo de México», en El inocente (1956).
Su reconocimiento internacional llegó cuando se convirtió en la musa del director español Luis Buñuel, quien la inmortalizó en «Viridiana» (1961).
La carrera de la artista se consolidó con títulos como Los cuervos están de luto (1965), «La soldadera» (1967), «Los cañones de San Sebastián» (1968), donde actuó junto a Anthony Quinn, Shark (1969), con Burt Reynolds, y «Veinticuatro horas de placer» (1969), en la que compartió escenario con Mauricio Garcés.
Además, Silvia Pinal se convirtió en una figura entrañable para una nueva generación de mexicanos cuando produjo y presentó la serie de antología «Mujer», casos de la vida real (1986-2007) en la televisión abierta.
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