Por: Leanlly Pérez- Los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, y Alemania, Annalena Baerbock, realizaron una histórica visita a Siria, siendo este el primer encuentro de alto nivel entre potencias occidentales y el nuevo liderazgo del país tras la caída del régimen de Bashar al Assad.
El 8 de diciembre de 2024, el régimen de Assad fue derrocado por fuerzas lideradas por islamistas, con Ahmad al Sharaa tomando el poder como nuevo dirigente. Durante su visita a Damasco, Barrot y Baerbock se reunieron con al Sharaa, con el objetivo de apoyar el proceso de transición política en Siria y promover la estabilidad regional.
Jean-Noël Barrot, en su intervención, destacó el apoyo técnico y legal ofrecido por Francia para redactar una nueva constitución para Siria. Este proceso, que ha sido intentado en el pasado sin éxito, podría tener más viabilidad con el cambio de régimen.
En declaraciones a la prensa, Barrot mencionó que la UE está dispuesta a colaborar en esta fase crucial para asegurar la paz y la estabilidad en el país. La creación de una nueva constitución y la disolución de las facciones armadas que participaron en la ofensiva contra Al Assad son puntos clave en el proceso que se espera sea anunciado en la Conferencia de Diálogo Nacional que se celebrará en Siria a mediados de enero de 2025.
Los cancilleres también visitaron la prisión de Sednaya, un lugar emblemático de los abusos perpetrados durante el régimen de Assad, donde se estima que entre 10.000 y 20.000 prisioneros sufrieron torturas y malos tratos.
Barrot y Baerbock manifestaron su condena ante las condiciones inhumanas vividas por los detenidos y subrayaron la importancia de la rendición de cuentas para lograr justicia y reconciliación en el país.
Ambos diplomáticos se comprometieron a apoyar el trabajo de organismos internacionales como la Comisión de Investigación sobre Siria y el Mecanismo Internacional Imparcial e Independiente de la ONU, para esclarecer los crímenes cometidos durante el régimen de Assad.
La visita marca un hito en las relaciones entre Siria y la comunidad internacional, ya que Francia y Alemania, como potencias clave de la Unión Europea, buscan acompañar al país en su transición hacia una nueva etapa sin el liderazgo de Assad.
En este contexto, Barrot y Baerbock enfatizaron su apoyo al pueblo sirio y su disposición para colaborar en los esfuerzos de reconstrucción y reforma del país, lo que incluye la posibilidad de levantar las sanciones impuestas durante los años de conflicto.
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