El ministro de Patrimonio israelí, Amihai Eliyahu, aseguró este jueves que «toda Gaza será judía» y negó la existencia de hambruna en el enclave palestino, pese a que la ofensiva militar israelí, iniciada en octubre de 2023, ha causado más de 59,500 muertes y ha desencadenado una severa crisis humanitaria.
«El Gobierno (israelí) se apresura a asegurar la erradicación de Gaza. Gracias a Dios, estamos erradicando este mal», afirmó Eliyahu en una entrevista con la radio ultraortodoxa Kol BaRama.
Las declaraciones del ministro se suman a las de otros miembros del Gobierno israelí y del ala más radical del sionismo que han abogado por el restablecimiento de asentamientos judíos en la Franja, un territorio del que Israel se retiró en 2005 y que alberga a más de dos millones de palestinos.
Eliyahu también negó que haya hambruna en Gaza. «No hay hambre en Gaza», dijo. «Y no tenemos que preocuparnos por el hambre en la Franja, que el mundo se encargue de ellos. Ninguna nación alimenta a sus enemigos. Nos hemos vuelto completamente locos», agregó.
Desde el inicio de la ofensiva militar israelí el 7 de octubre de 2023, al menos 113 personas han fallecido en Gaza a causa de la desnutrición, según datos del Ministerio de Salud del enclave, bajo control del grupo islamista Hamás. Entre las víctimas se encuentran 81 menores y 32 adultos.
La crisis humanitaria se intensificó durante el verano, tras once semanas de cierre total de los accesos a bienes esenciales impuesto por Israel, lo que impidió la entrada de alimentos, medicinas y combustible.
Aunque a finales de mayo Israel autorizó nuevamente el ingreso limitado de ayuda humanitaria, su distribución continúa siendo muy restringida.
De acuerdo con fuentes sanitarias locales, más de 1,000 personas han muerto por disparos de soldados israelíes en las inmediaciones de los puntos de distribución o a lo largo de las rutas utilizadas por los camiones de ayuda.
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