La Dirección General de Migración (DGM) inició la capacitación de 400 nuevos agentes de interdicción, como parte de una estrategia institucional orientada a formar una nueva generación especializada, con el objetivo de fortalecer la capacidad operativa y enfrentar los desafíos en materia de seguridad y control migratorio.
La ceremonia de inicio fue encabezada por el director de la DGM, Luis Rafael Lee Ballester, quien destacó que esta capacitación ha sido diseñada para que los jóvenes, al momento de desempeñar sus funciones, sean garantes de los derechos inalienables de todas las personas con las que tengan que interactuar.
El adiestramiento, avalado por la Universidad del Caribe, tiene como propósito que los agentes de interdicción cumplan con los planes y objetivos de la DGM, aplicando buenas prácticas fundamentadas en el respeto a la ley y a la dignidad humana, «sin actuaciones arbitrarias ni poner en riesgo la integridad física, mental ni la vida de ellos o de los extranjeros detenidos por estar en condición migratoria irregular».
Lee Ballester exhortó a hacer un uso racional de la fuerza y actuar con compañerismo, solidaridad, espíritu de cuerpo, integridad, honestidad, valor, disciplina, honestidad y seguridad en sus actuaciones.
Este nuevo grupo se sumará a los 160 agentes que se graduaron recientemente y forma parte del cumplimiento de uno de los compromisos establecidos en las 15 medidas migratorias anunciadas por el presidente Luis Abinader.
Estos agentes tendrán un impacto directo en las provincias de Elías Piña, San Juan, Dajabón, Santiago Rodríguez, Montecristi, Valverde, Barahona, Bahoruco, Independencia, Pedernales, San José de Ocoa, Hermanas Mirabal, Duarte, La Vega, El Seibo, Hato Mayor, Espaillat, Santiago y La Altagracia, donde la DGM contará con instalaciones permanentes, al igual que en otras demarcaciones del país.
Los nuevos agentes, seleccionados a través de una convocatoria abierta a la que se postularon más de 3,000 aspirantes, recibirán formación en leyes migratorias, manejo de crisis, instrucción en campo, prácticas de tiro, uso de armas no letales, inducción institucional y conocimientos básicos del idioma criollo haitiano (creole).
Además, serán capacitados en primeros auxilios, atención y respuesta ante emergencias, así como en protocolos de rescate, lo que les proporcionará las habilidades necesarias para actuar no solo con firmeza, sino también con humanidad.
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