Por: Leanlly Pérez- La Met Gala 2025, celebrada en el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, volvió a ser el centro de la moda global. Esta edición estuvo marcada por la exposición titulada “Superfine: Tailoring Black Style” (Superfino: la sastrería del estilo negro), la cual rindió homenaje a la estética y el poder político del dandismo negro. La gala exploró cómo la sastrería ha sido un símbolo de identidad y resistencia dentro de la cultura afroamericana, destacando su relevancia como un medio de expresión personal y política.
Este año, el código de vestimenta invitaba a la libre interpretación con el lema “A tu medida”, lo que convirtió la alfombra roja en una pasarela de audaces apuestas estéticas, homenajes simbólicos y guiños personales a la cultura afroamericana.
En este contexto, los diseñadores Gabriel Lage, Javier Saiach y Marcelo Giacobbe se encargaron de analizar los aciertos y desaciertos de los estilismos de la noche, enfocándose especialmente en cómo las celebridades interpretaron o eludieron la consigna del evento, en lo que se considera una de las veladas más significativas del calendario cultural internacional.
Momentos destacados de la noche:
Coco Jones brilló con un conjunto de encaje blanco de Manish Malhotra, un atuendo compuesto por un abrigo largo con cola, pantalones brillantes y un escote profundo adornado con joyas. Los diseñadores apreciaron el nivel de detalle de su look, destacando la artesanía, el trabajo de bordado y la opulencia que reflejaba. La mezcla de texturas y la confección de alta costura fueron especialmente aclamadas.
Zendaya, fiel a la consigna de la noche, deslumbró con un traje sastre blanco de tres piezas de Louis Vuitton, con pantalón acampanado, chaleco ajustado y sombrero de ala ancha a juego. Su look fue elogiado por su perfección técnica y la forma en que interpretó la consigna con un toque de sofisticación y modernidad.
Rihanna, con su tercer embarazo anunciado visualmente, apareció con un look dramático de Marc Jacobs que combinaba la sastrería dandy con el dramatismo maternal. Optó por un frac clásico transformado en una pieza contemporánea, con una falda entubada, un chaleco de rayas finas y una chaqueta ajustada con un moño en la parte trasera, lo que añadió un dramatismo escultórico al conjunto. Su atuendo no solo reveló su embarazo, sino que se convirtió en una declaración de moda, maternidad y performance.
Precious Lee optó por un body entallado de pedrería dorada y una capa con textura animal print rematada en plumas oscuras. Sin embargo, algunos críticos consideraron que su look no logró impresionar del todo, con un diseño que algunos definieron como excesivo y carente de la sofisticación que exigía el evento.
Gigi Hadid desfiló con un vestido dorado de Miu Miu, un look que, según algunos diseñadores, se alejó de la consigna del evento, pues su vestido evoca el estilo del viejo Hollywood más que el enfoque moderno de la gala. Aunque la silueta y la ejecución fueron impecables, el resultado fue considerado más retro que innovador.
Bad Bunny, siempre arriesgado en sus elecciones de moda, asistió con un conjunto marrón de Prada, que incluía un saco cruzado, una camisa chocolate, una corbata dorada, guantes con aplicaciones y un sombrero tejido. Aunque su atuendo fue menos comentado que el de otros, algunos detalles como los lentes y el gorro fueron bien recibidos, mientras que los guantes fueron considerados excesivos.
Audra McDonald optó por un vestido marfil de Harbison, con una silueta columna y una sobrefalda estructurada que se remataba con una gran cola tipo capa. La ejecución del vestido fue alabada por su elegancia, y los detalles de las flores de macramé que adornaban la prenda fueron destacados por su belleza artesanal.
Diana Ross, la leyenda viviente, deslumbró con un diseño blanco de textura plumosa de Eleven Sixteen. Aunque el vestido fue visualmente impresionante con su cola interminable y su escote corazón, algunos críticos consideraron que no era el atuendo más adecuado para esta gala, ya que su estilo remitía más a una puesta en escena teatral que a la sastrería refinada de la noche.
Gustav Magnar Witzoe, un joven empresario y figura pública, optó por un conjunto blanco de Todd Patrick que incluía un abrigo largo, pantalón a juego, una camisa con moño y una impresionante cola de tul extendida. A pesar de que el conjunto fue técnicamente llamativo, algunos opinaban que la cola era demasiado larga y carecía de presencia.
Mona Patel reinterpretó la sastrería masculina con un diseño de Thom Browne que incluía una chaqueta negra con solapas satinadas, corsé brillante, pantalón tipo falda y capa estructurada. Su atuendo, considerado fabuloso por los diseñadores, fue un ejemplo de cómo se puede fusionar lo femenino con lo masculino en la moda, demostrando una gran destreza técnica en los detalles del corsé y la superposición de elementos.
Kara Young fue otra de las celebridades que optó por una pieza de sastrería oversized en tonos marrones, con hombros estructurados y un pantalón amplio. Aunque su look fue un guiño al Harlem Renaissance, algunos críticos no lograron conectar con la idea, considerando que el conjunto parecía más una recreación estilística de épocas pasadas que una interpretación contemporánea del código de vestimenta.
Demi Moore, conocida por su estilo dramático y elegante, sorprendió con un vestido de Thom Browne en forma de corbata gigante. La fantasía del atuendo, con lentejuelas y un tocado escultural que se extendía en una cola rígida, fue una apuesta arriesgada que fue aplaudida por su teatralidad y creatividad.
Sabrina Carpenter apostó por un body tipo esmoquin de Louis Vuitton, que equilibraba perfectamente la masculinidad y feminidad. Este look fue una de las apuestas más llamativas de la noche y, según los diseñadores, mostró una interpretación moderna y audaz de la consigna “A tu medida”, combinando elementos clásicos con una silueta femenina.
Jessica Kayll, por otro lado, eligió un atuendo floral compuesto por un corsé blanco, una falda de tul en capas y un saco crema. Aunque su idea era rendir homenaje a la botánica, los críticos consideraron que la ejecución del look cayó en la caricatura, debido a los excesivos detalles florales y el desequilibrio en la silueta.
Anne Hathaway, siempre fiel a la elegancia, deslumbró con un conjunto de Carolina Herrera que incluía una blusa blanca con hombros caídos y una falda entallada de lentejuelas. Los diseñadores destacaron su impecable interpretación del “American chic”, elogiando la perfección del conjunto, que evocaba un estilo refinado y clásico.
Jordan Roth sorprendió con un diseño de LaQuan Smith, que incluía pantalón acampanado, corsé bordado y chaqueta de sastrería, rematado por un sombrero escultural. Su look fue considerado una de las mejores interpretaciones de la gala, con una mezcla de masculinidad y feminidad perfectamente ejecutada.
Sydney Sweeney optó por un vestido de Miu Miu inspirado en Kim Novak, con lentejuelas negras y detalles de flecos, evocando el glamour del cine clásico. Su look fue considerado impecable, con un homenaje perfecto al glamour de antaño combinado con un enfoque contemporáneo.
Alex Consani, debutando en la Met Gala, eligió un vestido sastre marfil de Swarovski, adornado con más de 18.000 cristales aplicados a mano. El diseño, con escote profundo y aberturas laterales, rindió homenaje al Black Dandyism, con referencias a figuras como André Leon Talley y Patrick Kelly.
Zoe Saldaña eligió una creación de Thom Browne que combinaba blanco brillante con un corsé negro, con detalles de botones que recorrían las mangas y la falda. El trabajo artesanal fue destacado, y su atuendo se consideró una de las mejores interpretaciones de la noche, cumpliendo a la perfección con el código de vestimenta.
Miley Cyrus interpretó el código “Tailored for You” con un conjunto de Alaïa que incluía un top de cuero cortado al bies y una falda negra de líneas arquitectónicas. Su atuendo fue una de las opciones más audaces y contemporáneas de la noche, destacándose por su actitud punk y rockera.
Wendi Deng Murdoch deslumbró con un conjunto blanco inspirado en la moda imperial, bordado en dorado con cuello alto y botones decorativos. Su look fue considerado una de las mejores interpretaciones del tema, destacando por su lujo discreto y su impecable trabajo artesanal.
Sarah Snook, debutando en la gala, eligió un conjunto de anOnlyChild que evocaba los retratos formales del siglo XIX. Su look fue considerado una mezcla interesante entre lo clásico y lo contemporáneo, aunque algunos críticos opinaban que no se ajustaba completamente a la consigna de la noche.
Nicole Kidman sorprendió con un diseño de Balenciaga Haute Couture, un conjunto en blanco y negro que evocaba los años 50 con un toque contemporáneo. Su look fue uno
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