Más de 300 palestinos han fallecido en ataques israelíes desde que Israel inició una nueva operación terrestre en el norte de Gaza el 6 de octubre, según informó el Gobierno de la Franja, controlado por Hamás.
Las autoridades del enclave denunciaron que en el norte de la franja, donde aún permanecen alrededor de 400,000 gazatíes, ha ocurrido «una ola de asesinatos sistemáticos y un asedio total contra civiles, especialmente niños y mujeres», afectando las áreas de Yabalia, Beit Lahia y Beit Hanoun.
El Gobierno de Gaza considera que la operación es parte de un «plan de desplazamiento» de la población del norte, así como un «claro crimen de exterminio» que afecta principalmente al campamento de refugiados de Yabalia, donde residen alrededor de 200,000 personas.
Este domingo, al menos cinco palestinos fallecieron a causa de un bombardeo israelí en la zona oeste del campamento, según reportó la agencia de noticias palestina Wafa.
La agencia también denunció que el Ejército emplea robots explosivos, los cuales han causado numerosas víctimas y provocado incendios en varios edificios.
Basem Naim, miembro del buró político de Hamás, acusó que las masacres diarias en el norte de la Franja tienen como objetivo desplazar a la población hacia el sur, con el fin de «implementar el plan de los ‘generales’, que aboga por desplazar a la población para el reasentamiento (de israelíes) en la zona».
Tú que opina de este post