Por: Leanlly Pérez- Entre los años 2020 y 2024, la Procuraduría General de la República (PGR) de la República Dominicana, en coordinación con el Instituto Nacional de Custodia y Administración de Bienes Incautados y Decomisados (Incabide), llevó a cabo una serie de operativos que resultaron en la incautación de un total de 1,543 armas de fuego, como parte de sus esfuerzos para combatir el crimen organizado, el narcotráfico y la posesión ilegal de armas.
Estas incautaciones fueron realizadas en el marco de procesos judiciales y acciones conjuntas con diversos organismos de seguridad estatal.
En términos de distribución anual, las incautaciones fueron progresivas, comenzando con 124 armas en 2020, aumentando a 209 en 2021, y alcanzando 317 en 2022.
En 2023, la cifra ascendió a 372, y en 2024 se registró el pico más alto con un total de 521 armas incautadas, lo que refleja un incremento considerable en la intensificación de los esfuerzos de control de armas ilegales.
Las armas confiscadas abarcan diferentes tipos y categorías, pero las pistolas fueron las más comunes entre los decomisos, seguidas de las armas de fabricación casera, que suelen ser ensambladas con materiales rudimentarios, y los revólveres.
En menor cantidad, se encontraron rifles, escopetas, fusiles, ametralladoras y chalecos antibalas, todos de origen desconocido o con características que no permitían rastrear su procedencia.
Entre las armas de fuego incautadas, se identificaron marcas reconocidas como Glock, Beretta, Taurus, Smith & Wesson, Ruger y Colt.
Además, se mencionaron modelos de armas largas, tales como los rifles Remington, Mossberg, Winchester, Norinco, y AK-47 (Kalashnikov), así como modelos de Bushmaster.
También se recuperaron chalecos antibalas, algunos de ellos de uso policial o militar, que carecían de numeración o registros visibles, lo que generó preocupación sobre su origen y la posible vinculación con actividades ilegales.
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